LOS SENTIMIENTOS NO SE COMPRAN EN LA TIENDA, es una “obra, de indiscutible sello pedagógico, es una fuente de reflexión; son muchos los elementos que surgen a través de connotadas anécdotas, hábilmente sintetizadas, las cuales tienen una sorprendente forma de presentación que conduce a una fácil interpretación y a una conclusión que, a manera de moraleja, llena como un sabio consejo maternal el más profundo de los abismos espirituales.”
RAFAEL URIBE GOMEZ
Muestra del libro:
PEDID Y SE OS DARA
Ana María, escritora que ha publicado varios libros, estaba pasando por una dura situación económica, motivada por la impresión de su nueva obra. Con la responsabilidad que la caracteriza, bregaba para cumplir con sus compromisos adquiridos. Le preocupaba un pagaré que se vencería pronto.
Ese día, llevaba consigo unos cuantos libros pensando en venderlos. Y así fue como, cuando salió del colegio, luego de concluir su jornada, hizo la siguiente oración: ¡Jesús, eres mi amigo y a un amigo no se le abandona!, óyeme bien, necesito vender estos libros (y que los apretaba contra su corazón) para poder mañana cancelar esa obligación. Sé que me ayudarás, indícame el camino! Y ¡oh amigo admirable y generoso! no se sabe de dónde, pero lo cierto es que de la tierra brotaron exalumnos y amigos que compraron y compraron, y cuando llegó al paradero para esperar su transporte, había vendido todos los libros que llevaba. Ella entonces, repetía muy feliz: ¡Fe es creer lo que vemos, cuando invocamos a Jesús!
CARMEN CECILIA DIAZ DE ALMEIDA (Autora reconocida por la UNESCO, por promover la cultura y tradición colombiana).
RAFAEL URIBE GOMEZ
Muestra del libro:
PEDID Y SE OS DARA
Ana María, escritora que ha publicado varios libros, estaba pasando por una dura situación económica, motivada por la impresión de su nueva obra. Con la responsabilidad que la caracteriza, bregaba para cumplir con sus compromisos adquiridos. Le preocupaba un pagaré que se vencería pronto.
Ese día, llevaba consigo unos cuantos libros pensando en venderlos. Y así fue como, cuando salió del colegio, luego de concluir su jornada, hizo la siguiente oración: ¡Jesús, eres mi amigo y a un amigo no se le abandona!, óyeme bien, necesito vender estos libros (y que los apretaba contra su corazón) para poder mañana cancelar esa obligación. Sé que me ayudarás, indícame el camino! Y ¡oh amigo admirable y generoso! no se sabe de dónde, pero lo cierto es que de la tierra brotaron exalumnos y amigos que compraron y compraron, y cuando llegó al paradero para esperar su transporte, había vendido todos los libros que llevaba. Ella entonces, repetía muy feliz: ¡Fe es creer lo que vemos, cuando invocamos a Jesús!
CARMEN CECILIA DIAZ DE ALMEIDA (Autora reconocida por la UNESCO, por promover la cultura y tradición colombiana).