Un científico loco que trafica con libros comestibles, un viajero cósmico, monstruos prehistóricos en sótanos abandonados, presencias esperando al otro lado de la puerta, ositos gigantes de gominola, hormigas imperialistas, fresas alucinógenas, muertos vivientes y cebollas místicas: bienvenidos al fin del mundo.
Estos ocho cuentos hablan de cómo sobrevivir a ese instante en que lo inexplicable se hace real, la rutina salta por los aires y no queda nada más que admitir que el fin del mundo, últimamente, se ha vuelto bastante cotidiano.
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