"El chorro de sangre le bañó la cara.
- ¡La puta madre que me parió!.
La Turca y el Cholo se quedaron helados. Igual, tarde o temprano iban a terminar en esa condición, desnudos como estaban.
El Negro se trataba de limpiar a manotazos. La mezcla de sangre y grasa se desparramaba en forma desigual en ese rostro de por sí desagradable. Vestido, el Negro siempre parecía un payaso. Desnudo, con sus piernas combadas y retaconas y la panza desbordándose, resultaba patético..." (Fragmento del relato "Malabestias")
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