El refrán se transmite de boca a boca y refleja la sabiduría del pueblo. El refrán es algo vivo, algo lleno de sabiduría. El refrán pasa de una generación a otra. Ahora, en estos días en los que la humanidad parece condenada a desaparecer, el refrán se transmitirá de víscera a víscera. No perecerá; pero si lo hace, resucitará y vendrá a por nosotros.
El refrán no pasará de generación, porque no habrá otra, pero vivirá por siempre en la muerte. El refrán hablará de lo que ocurrió, y después no hablará, solo gruñirá.
El refrán, como el mundo, pertenece a los muertos.
El refrán no pasará de generación, porque no habrá otra, pero vivirá por siempre en la muerte. El refrán hablará de lo que ocurrió, y después no hablará, solo gruñirá.
El refrán, como el mundo, pertenece a los muertos.