A lo largo de la historia, la ambición humana ha buscado incidir en el curso de los sucesos históricos de manera dramática, cuando no sangrienta. Y para ello, no se ha valido tanto de guerras o revoluciones, sino de intrigas y muertes planeadas clandestinamente: la sed de poder y gloria han empujado a varios a las acciones más vergonzosas con tal de hacerse del control de un gobierno o de un país.
En este primer volumen, “La daga en las sombras” ofrece un apasionante recorrido por casi cincuenta momentos históricos, desde la antigüedad hasta el siglo XVI, donde podemos ver al hombre siendo verdadero lobo del hombre al momento de ambicionar el poder. Desde Tarquino el Soberbio hasta Bothwell, esta obra nos brinda una pasarela de personajes variopintos: cardenales, generales, senadores, cortesanos, caudillos, reyes y emperadores, intelectuales y agitadores, santones, iracundos, féminas y afeminados, barones y plebeyos, todos conducidos por idénticas pasiones y metas, no siempre elevadas ni admirables.
Pero también hallamos al caudillo, al ciudadano movido por ideales republicanos, al que busca reivindicar la legitimidad de su linaje, al que anhela destruir al tirano de turno, al delator de la propia intriga, incluso al cornudo que busca reivindicar su honor… Aquí encontraremos conspiraciones exitosas y otras frustradas dramáticamente, las que fueron ejemplo de virtud ciudadana, las estrambóticas, las sutiles y refinadas, las sangrientas y vengativas.
En resumen, un catálogo de la bondad y la maldad humanas de cara al poder y la ambición, de amena lectura y veracidad histórica que puede movernos a la reflexión sobre la condición moral del hombre. Como señala el autor en el prólogo: “a nosotros toca elegir si aprendemos de los errores del pasado o decidimos ser estudiantes modelo en el refinado arte de la conjura palaciega”.
En este primer volumen, “La daga en las sombras” ofrece un apasionante recorrido por casi cincuenta momentos históricos, desde la antigüedad hasta el siglo XVI, donde podemos ver al hombre siendo verdadero lobo del hombre al momento de ambicionar el poder. Desde Tarquino el Soberbio hasta Bothwell, esta obra nos brinda una pasarela de personajes variopintos: cardenales, generales, senadores, cortesanos, caudillos, reyes y emperadores, intelectuales y agitadores, santones, iracundos, féminas y afeminados, barones y plebeyos, todos conducidos por idénticas pasiones y metas, no siempre elevadas ni admirables.
Pero también hallamos al caudillo, al ciudadano movido por ideales republicanos, al que busca reivindicar la legitimidad de su linaje, al que anhela destruir al tirano de turno, al delator de la propia intriga, incluso al cornudo que busca reivindicar su honor… Aquí encontraremos conspiraciones exitosas y otras frustradas dramáticamente, las que fueron ejemplo de virtud ciudadana, las estrambóticas, las sutiles y refinadas, las sangrientas y vengativas.
En resumen, un catálogo de la bondad y la maldad humanas de cara al poder y la ambición, de amena lectura y veracidad histórica que puede movernos a la reflexión sobre la condición moral del hombre. Como señala el autor en el prólogo: “a nosotros toca elegir si aprendemos de los errores del pasado o decidimos ser estudiantes modelo en el refinado arte de la conjura palaciega”.