Vamos a considerar como «robots espías» a aquellos que en atención a sus formas, tamaño o función, están capacitados para llevar a cabo operaciones de espionaje, infiltración u observación; estas actividades se realizan sobre objetivos humanos, animales o incluso sobre escenarios u ambientes sobre los que se pretende recabar información. Dentro de estos robots encontramos verdaderos avances tecnológicos, entre los que destacan la nanotecnología además de desarrollos en cámaras, sensores, micrófonos y otros accesorios de los que estos equipos están dotados. Como una muestra de lo que está sucediendo en el mundo de la robótica les presentamos una pequeña reseña de lo que este libro presenta:
Gecko, es un pequeño lagarto de climas cálidos, que se pega a las paredes con una fuerza superada por muy pocas otras criaturas conocidas.
Ariel, es un robot anfibio que imita a los cangrejos. Posee una distribución hexagonal de sus patas, que le da estabilidad tanto en el suelo como en el agua.
Cricket, es un robot que imita el aspecto de un grillo y ha sido creado por la universidad Case Western Reserve.
La marina de Estados Unidos y la empresa «Boston Engineering» han finalizado las primeras pruebas de un robot submarino sigiloso. El prototipo tiene metro y medio de largo y pesa 45 kilos. Tiene control remoto para manipular sus movimientos a tiempo real o programarlos. Para facilitar su desplazamiento a través de agua, el robot ha sido diseñado con la fisiología de un pez, es decir, cuenta con aletas y una cola. Llega a profundidades de 100 metros. La Marina lo va a utilizar para inteligencia, vigilancia y misiones de reconocimiento.
La Marina de Estados Unidos desarrolla un robot submarino con la capacidad de volar, para que pueda ser utilizado en labores de vigilancia en el agua y en el aire. Se trata del Flimmer (Flying/Swimmer), un vehículo aéreo no tripulado.
En el 2011, la Universidad Simon Fraser, ha creado un robot escalador que puede deslizarse por superficies verticales, lo que abre posibilidades para el monitoreo de construcciones y el espionaje.
En el 2013, el ejército británico utilizó un nuevo tipo de avión no tripulado para combatir en Afganistán, se trata de minúsculos helicópteros de 10 centímetros de largo, 2,5 de ancho y 16 gramos de peso, equipados con cámaras capaces enviar vídeo y fotos a las tropas que los utilizan para detectar dónde se ocultan los insurgentes. El dron se llama «Black Hornet».
El Ornitóptero, Micro Vehículo Aéreo (MAV), basado en los diseños de Leonardo Da Vinci, tiene una envergadura de menos de 5". Podría ser remotamente controlado y equipado con cámara y micrófono. Podría aterrizar sobre ti, y extraerte una muestra de ADN o dejarte un nano rastreador RFID sobre tu piel.
Los insectos espías tienen la capacidad de formar enjambres, como lo demuestra el laboratorio GRASP de la University of Pennsylvania, que ha creado una red de 20 nano quadrotors que puede volar en formaciones sincronizadas. La tecnología de enjambre asistiría a los insectos espías para trabajar con poca o ninguna supervisión directa de los seres humanos. Los insectos mecánicos permitirían inspeccionar campos de batalla, localizar a víctimas y focalizar al enemigo.
La empresa AeroVironment, en 2009 anunció que trabajaba en el desarrollo de un colibrí robótico para el Pentágono. Con solo 19 gramos de peso, luce y vuela como un verdadero colibrí.
Un pingüinos-robot, capaz de sumergirse 90 metros de profundidad.
Una medusa es un robot de vigilancia, que obtiene energía de los átomos que la rodean, y un pez se impulsa con unas aletas que también sirven para recopilar datos de inteligencia. Entre los usos de esta tecnología figura el espionaje, el trazo de mapas, la detección y la remoción de minas.
Científicos de la Virginia College of Engineering han presentado el prototipo de un robot, llamado Cyro, que se comportar como una medusa autónoma. El objetivo es que este equipo se utilice vigilancia militar.
Gecko, es un pequeño lagarto de climas cálidos, que se pega a las paredes con una fuerza superada por muy pocas otras criaturas conocidas.
Ariel, es un robot anfibio que imita a los cangrejos. Posee una distribución hexagonal de sus patas, que le da estabilidad tanto en el suelo como en el agua.
Cricket, es un robot que imita el aspecto de un grillo y ha sido creado por la universidad Case Western Reserve.
La marina de Estados Unidos y la empresa «Boston Engineering» han finalizado las primeras pruebas de un robot submarino sigiloso. El prototipo tiene metro y medio de largo y pesa 45 kilos. Tiene control remoto para manipular sus movimientos a tiempo real o programarlos. Para facilitar su desplazamiento a través de agua, el robot ha sido diseñado con la fisiología de un pez, es decir, cuenta con aletas y una cola. Llega a profundidades de 100 metros. La Marina lo va a utilizar para inteligencia, vigilancia y misiones de reconocimiento.
La Marina de Estados Unidos desarrolla un robot submarino con la capacidad de volar, para que pueda ser utilizado en labores de vigilancia en el agua y en el aire. Se trata del Flimmer (Flying/Swimmer), un vehículo aéreo no tripulado.
En el 2011, la Universidad Simon Fraser, ha creado un robot escalador que puede deslizarse por superficies verticales, lo que abre posibilidades para el monitoreo de construcciones y el espionaje.
En el 2013, el ejército británico utilizó un nuevo tipo de avión no tripulado para combatir en Afganistán, se trata de minúsculos helicópteros de 10 centímetros de largo, 2,5 de ancho y 16 gramos de peso, equipados con cámaras capaces enviar vídeo y fotos a las tropas que los utilizan para detectar dónde se ocultan los insurgentes. El dron se llama «Black Hornet».
El Ornitóptero, Micro Vehículo Aéreo (MAV), basado en los diseños de Leonardo Da Vinci, tiene una envergadura de menos de 5". Podría ser remotamente controlado y equipado con cámara y micrófono. Podría aterrizar sobre ti, y extraerte una muestra de ADN o dejarte un nano rastreador RFID sobre tu piel.
Los insectos espías tienen la capacidad de formar enjambres, como lo demuestra el laboratorio GRASP de la University of Pennsylvania, que ha creado una red de 20 nano quadrotors que puede volar en formaciones sincronizadas. La tecnología de enjambre asistiría a los insectos espías para trabajar con poca o ninguna supervisión directa de los seres humanos. Los insectos mecánicos permitirían inspeccionar campos de batalla, localizar a víctimas y focalizar al enemigo.
La empresa AeroVironment, en 2009 anunció que trabajaba en el desarrollo de un colibrí robótico para el Pentágono. Con solo 19 gramos de peso, luce y vuela como un verdadero colibrí.
Un pingüinos-robot, capaz de sumergirse 90 metros de profundidad.
Una medusa es un robot de vigilancia, que obtiene energía de los átomos que la rodean, y un pez se impulsa con unas aletas que también sirven para recopilar datos de inteligencia. Entre los usos de esta tecnología figura el espionaje, el trazo de mapas, la detección y la remoción de minas.
Científicos de la Virginia College of Engineering han presentado el prototipo de un robot, llamado Cyro, que se comportar como una medusa autónoma. El objetivo es que este equipo se utilice vigilancia militar.