La reacción humana de un autor frente a las críticas
Prólogo de Patricio Pron.
Después de doce años de trabajo, Malcolm Lowry presenta la versión final de su segunda novela, Bajo el volcán, a su editor Jonathan Cape. La recepción fue entusiasta pero el escritor recibe una carta en la que Cape, siguiendo lo que el lector William Plomer sugiere en su informe, pide a Lowry cambios drásticos en su novela.
Detrás del volcán es la larga carta que Lowry escribe a su editor defendiendo en cuerpo y alma su obra. El libro se complementa con la carta inédita hasta el momento que da pie a la apasionada contestación de Lowry y con parte de la correspondencia que testimonia el largo camino hacia la publicación de Bajo el volcán, obra maestra del siglo XX. Una curiosidad: William Plomer nunca permitió que se publicara su informe.
Un ejercicio de orgullo apasionado
SOBRE EL AUTOR
Malcolm Lowry (1909-1957) nace en New Brighton, Inglaterra. En 1927 se embarca con rumbo a Extremo Oriente, experiencia que le sirvió de inspiración para su primera novela Ultramarina, publicada en 1933. En 1935 se traslada a México con su mujer, país que hará de escenario a una de las mejores novelas del siglo XX: Bajo el volcán, el relato de un día en la vida del cónsul inglés, marcado por el alcohol, la muerte y la culpabilidad.
Lowry residió algunos años en Hollywood trabajando como guionista. Después de su muerte verán la luz Poemas Selectos (1962), el libro de relatos Oscuro como la tumba donde yace mi amigo (1968), y la novela Piedra infernal (1968). En 1984 Bajo el volcán fue llevada a la pantalla por el director John Huston.
EXTRACTO
Prescindiendo de mis sentimientos de triunfo, como no le será difícil imaginar, quiero tratar de inmediato el asunto que nos ocupa, antes de que todo esto acabe en una agrafía total.
Mi primera impresión es que el lector, de cuyo informe me envió usted copia, no ha tenido (a juzgar por la primera carta que me envió) la misma simpatía hacia el libro que el primero al que lo dio usted a leer.
Por otra parte, aunque estoy totalmente de acuerdo con muchos de los puntos que su lector muy inteligentemente señala —yo en su lugar hubiera hecho quizás el mismo tipo de críticas—, me encuentro ahora, en cierto modo, en una posición difícil para contestar con precisión a sus demandas sobre revisiones del texto, por las razones que trataré de exponer, y que, estoy seguro, tanto usted como él considerarán válidas; al menos sí lo son para el autor.
Prólogo de Patricio Pron.
Después de doce años de trabajo, Malcolm Lowry presenta la versión final de su segunda novela, Bajo el volcán, a su editor Jonathan Cape. La recepción fue entusiasta pero el escritor recibe una carta en la que Cape, siguiendo lo que el lector William Plomer sugiere en su informe, pide a Lowry cambios drásticos en su novela.
Detrás del volcán es la larga carta que Lowry escribe a su editor defendiendo en cuerpo y alma su obra. El libro se complementa con la carta inédita hasta el momento que da pie a la apasionada contestación de Lowry y con parte de la correspondencia que testimonia el largo camino hacia la publicación de Bajo el volcán, obra maestra del siglo XX. Una curiosidad: William Plomer nunca permitió que se publicara su informe.
Un ejercicio de orgullo apasionado
SOBRE EL AUTOR
Malcolm Lowry (1909-1957) nace en New Brighton, Inglaterra. En 1927 se embarca con rumbo a Extremo Oriente, experiencia que le sirvió de inspiración para su primera novela Ultramarina, publicada en 1933. En 1935 se traslada a México con su mujer, país que hará de escenario a una de las mejores novelas del siglo XX: Bajo el volcán, el relato de un día en la vida del cónsul inglés, marcado por el alcohol, la muerte y la culpabilidad.
Lowry residió algunos años en Hollywood trabajando como guionista. Después de su muerte verán la luz Poemas Selectos (1962), el libro de relatos Oscuro como la tumba donde yace mi amigo (1968), y la novela Piedra infernal (1968). En 1984 Bajo el volcán fue llevada a la pantalla por el director John Huston.
EXTRACTO
Prescindiendo de mis sentimientos de triunfo, como no le será difícil imaginar, quiero tratar de inmediato el asunto que nos ocupa, antes de que todo esto acabe en una agrafía total.
Mi primera impresión es que el lector, de cuyo informe me envió usted copia, no ha tenido (a juzgar por la primera carta que me envió) la misma simpatía hacia el libro que el primero al que lo dio usted a leer.
Por otra parte, aunque estoy totalmente de acuerdo con muchos de los puntos que su lector muy inteligentemente señala —yo en su lugar hubiera hecho quizás el mismo tipo de críticas—, me encuentro ahora, en cierto modo, en una posición difícil para contestar con precisión a sus demandas sobre revisiones del texto, por las razones que trataré de exponer, y que, estoy seguro, tanto usted como él considerarán válidas; al menos sí lo son para el autor.