Vivir es un viaje sin retorno, hecho de pequeños momentos, felices y
tristes, un viaje donde podemos hacer amigos entre una estación y otra, donde podemos decidir ir mirando hacia fuera con un libro en las manos, ajenos al paso de los demás, de las voces extrañas. O un viaje, consciente absorbiendo cada momento, estrujando las conversaciones, sintiendo el calor y el frío, mirando las estrellas y contándolas hasta el amanecer, regalando papeles escritos con poemas, fotografiando el paso de cada insecto y cada sonrisa, gozando y bailando, porque más allá de este viaje, no sabemos más.
tristes, un viaje donde podemos hacer amigos entre una estación y otra, donde podemos decidir ir mirando hacia fuera con un libro en las manos, ajenos al paso de los demás, de las voces extrañas. O un viaje, consciente absorbiendo cada momento, estrujando las conversaciones, sintiendo el calor y el frío, mirando las estrellas y contándolas hasta el amanecer, regalando papeles escritos con poemas, fotografiando el paso de cada insecto y cada sonrisa, gozando y bailando, porque más allá de este viaje, no sabemos más.