Reconocerías a Fred Stoller si lo vieras. Ha aparecido en prácticamente todas las grandes comedias de situación que hayas visto: Todo el mundo quiere a Raymond, Friends y Murphy Brown por nombrar unas cuantas. Pero nunca ha sido un personaje habitual en una serie, siempre es la estrella invitada. Su deseo es encontrar un hogar en el mundo del espectáculo. En vez de eso, es un niño adoptivo de la televisión, que va y viene de serie en serie con la vana esperanza de por fin una de ellas decida quedarse con él. Mi año en Seinfeld cuenta la historia tronchante y agridulce de lo que sucedió cuando Stoller por fin logró la estabilidad en el mundo del espectáculo que siempre había soñado como redactor en una de las mayores series de televisión de la historia.
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