Una vida en Guerra es el testimonio de la participación en vivo de la vida en las guerrillas de Colombia. De los triunfos y fracasos. De las luchas que se dan por el hambre y la desesperación a que se ven sometidos los pobres en el mundo.
Una vida en Guerra es el anhelo de encontrar un paraíso donde aterrizar a aquellos que, como Fabio Vázquez Castaño en Colombia, y Genaro Vázquez Rojas, en las montañas de Guerrero en México, desearon una mejor vida para su pueblo.
Pero también es un yo acuso para aquellos personajes siniestros que se dicen demócratas y respetuosos de los derechos humanos. Ellos no escapan, por muy alto o bajo que se encuentren, dentro de la pirámide del poder; y sólo les importa acrecentar las fortunas incalculables de los que en breves relatos se da cuenta aquí.
Sin exageraciones, sin por ello decir que se exponen los máximos sufrimientos humanos soportados por seres desconocidos que, a manos de la represión, al amparo del sistema y en la más compleja impunidad que da el poder, cometen horrendos crímenes. Los tormentos infligidos llegan hasta el exterminio, o hasta la mutilación y esto pasa todos los días y a todas horas a lo largo y a lo ancho del país. En una Vida en Guerra doy las gracias y mi eterna gratitud a los medios de prensa a los cuales debo lo que soy, y a quienes reconozco que sin ellos no avanzaríamos nada. Mi vida es un grito por la libertad, por la riqueza, pero sobre todo porque el amor triunfe sobre todas las causas.
Armando Lenin Salgado
Una vida en Guerra es el anhelo de encontrar un paraíso donde aterrizar a aquellos que, como Fabio Vázquez Castaño en Colombia, y Genaro Vázquez Rojas, en las montañas de Guerrero en México, desearon una mejor vida para su pueblo.
Pero también es un yo acuso para aquellos personajes siniestros que se dicen demócratas y respetuosos de los derechos humanos. Ellos no escapan, por muy alto o bajo que se encuentren, dentro de la pirámide del poder; y sólo les importa acrecentar las fortunas incalculables de los que en breves relatos se da cuenta aquí.
Sin exageraciones, sin por ello decir que se exponen los máximos sufrimientos humanos soportados por seres desconocidos que, a manos de la represión, al amparo del sistema y en la más compleja impunidad que da el poder, cometen horrendos crímenes. Los tormentos infligidos llegan hasta el exterminio, o hasta la mutilación y esto pasa todos los días y a todas horas a lo largo y a lo ancho del país. En una Vida en Guerra doy las gracias y mi eterna gratitud a los medios de prensa a los cuales debo lo que soy, y a quienes reconozco que sin ellos no avanzaríamos nada. Mi vida es un grito por la libertad, por la riqueza, pero sobre todo porque el amor triunfe sobre todas las causas.
Armando Lenin Salgado