Por más de cincuenta años yo traté de suprimir recuerdos dolorosos de los trágicos eventos que ocurrieron entre 1939 y 1945. La única persona con la que realmente compartí todas mis memorias fue mi esposo Izio.
Es él quien me sugirió que honrara a las personas que jugaron un papel crítico en mi vida, convirtiendo mis memorias en papel.
Estuve de acuerdo, porque temía que sus memorias pudieran caer en olvido si yo no pagaba un tributo a sus vidas y muertes, en un escrito.
Mis sobrinas y sobrinos también me insistieron en escribir, ya que era el único miembro vivo que los relacionara con su pasado.
Escribí las memorias como vienen a mí, sin prestar particular atención a su orden cronológico.
Pido a mis lectores de mirar esta recolección como lápidas para aquellos que han desaparecido.
MILA SANDBERG-MESNER
Es él quien me sugirió que honrara a las personas que jugaron un papel crítico en mi vida, convirtiendo mis memorias en papel.
Estuve de acuerdo, porque temía que sus memorias pudieran caer en olvido si yo no pagaba un tributo a sus vidas y muertes, en un escrito.
Mis sobrinas y sobrinos también me insistieron en escribir, ya que era el único miembro vivo que los relacionara con su pasado.
Escribí las memorias como vienen a mí, sin prestar particular atención a su orden cronológico.
Pido a mis lectores de mirar esta recolección como lápidas para aquellos que han desaparecido.
MILA SANDBERG-MESNER