No nos recibe Zamora
que el mariscal y su hermano
(Valencias en apellido,
portugueses en los bandos)
se han apoderado della.
Castronuño nos ha dado
con las puertas en los ojos,
por Alfonso lusitano
enarbolando pendones.
Toro se muestra contrario
al derecho de mi reino
y leales desterrando
de la ciudad, Juan de Ulloa,
por el marqués animado
de Villena, determina
dar al portugués amparo.
Doña María Sarmiento,
su mujer, vituperando
su misma naturaleza,
en el acero templado
trueca galas mujeriles;
plaza de armas es su estrado,
sus visitas, centinelas
y sus doncellas, soldados.
Todos a Alfonso apellidan,
que el mariscal y su hermano
(Valencias en apellido,
portugueses en los bandos)
se han apoderado della.
Castronuño nos ha dado
con las puertas en los ojos,
por Alfonso lusitano
enarbolando pendones.
Toro se muestra contrario
al derecho de mi reino
y leales desterrando
de la ciudad, Juan de Ulloa,
por el marqués animado
de Villena, determina
dar al portugués amparo.
Doña María Sarmiento,
su mujer, vituperando
su misma naturaleza,
en el acero templado
trueca galas mujeriles;
plaza de armas es su estrado,
sus visitas, centinelas
y sus doncellas, soldados.
Todos a Alfonso apellidan,