¿Que tienen en común un gato, un perro, un ternero, una cabra, un caballo, una tortuga, una rana, un loro, un pez, un insecto, un mono y, por supuesto, un ser humano?
Lo tienen todo en común porque “somos todos por igual”. No importa la especie que sea, ni mucho menos la más dominante de todas o la menos popular. Todos vivimos en un único y hermoso planeta tierra, ciertamente exuberante, en el que nos merecemos el respeto a la vida y al goce de disfrutarla, puesto que al fin y al cabo todos nacemos y morimos; entonces, ¿por qué “nosotros” hemos y, “estamos”, dominando a todo ser viviente?
En “UNA MIRADA A LOS OJOS DE LA VIDA”, el autor relata las experiencias, con tono de humor, que ha sentido de todos ellos al mirarle a los ojos -animales y personas-, y en cuyos órganos se refleja la propia alma y el estado anímico en sus quehaceres diarios. Con suma importancia, recaba en la necesidad de hacer un cambio a nivel global sobre el trato a los más indefensos, proponiendo un juego de autocompasión. Asimismo, añade ciertas fotografías que harán pensar a más de uno si de verdad somos tan diferentes o no de los demás. La obra la define para todos los públicos, pero sólo se requieren tres cosas principales.
Saber leer, saber observar, saber amar
Lo tienen todo en común porque “somos todos por igual”. No importa la especie que sea, ni mucho menos la más dominante de todas o la menos popular. Todos vivimos en un único y hermoso planeta tierra, ciertamente exuberante, en el que nos merecemos el respeto a la vida y al goce de disfrutarla, puesto que al fin y al cabo todos nacemos y morimos; entonces, ¿por qué “nosotros” hemos y, “estamos”, dominando a todo ser viviente?
En “UNA MIRADA A LOS OJOS DE LA VIDA”, el autor relata las experiencias, con tono de humor, que ha sentido de todos ellos al mirarle a los ojos -animales y personas-, y en cuyos órganos se refleja la propia alma y el estado anímico en sus quehaceres diarios. Con suma importancia, recaba en la necesidad de hacer un cambio a nivel global sobre el trato a los más indefensos, proponiendo un juego de autocompasión. Asimismo, añade ciertas fotografías que harán pensar a más de uno si de verdad somos tan diferentes o no de los demás. La obra la define para todos los públicos, pero sólo se requieren tres cosas principales.
Saber leer, saber observar, saber amar