Al aquietar nuestra mente, quedan al descubierto los sistemas de creencias que sesgan nuestros pensamientos y podemos identificar nuestra percepción subjetiva de lo que creemos es una realidad externa, y que es construida por nosotros mismos, siendo ésta una realidad relativa. Dentro del estado de silencio y quietud, podemos identificar la presencia del Observador silencioso que corresponde a la Conciencia profunda en nuestro interior y se revela la verdad certera de una realidad absoluta que es trascendente. . .
Descubrimos, desde nuestro interior, un universo de nuevas posibilidades, y comprendemos que existe en nosotros un potencial mucho más amplio que lo imaginado hasta ahora. Así mismo, al ir entrando paulatinamente en los estados de Conciencia Profunda, vamos acerc·ndonos al ámbito de la felicidad real.
Descubrimos, desde nuestro interior, un universo de nuevas posibilidades, y comprendemos que existe en nosotros un potencial mucho más amplio que lo imaginado hasta ahora. Así mismo, al ir entrando paulatinamente en los estados de Conciencia Profunda, vamos acerc·ndonos al ámbito de la felicidad real.