Quizás las futuras generaciones que habitaran en Latinoamérica, en los próximos 20 o 30 años, vuelvan sus ojos comprensivos con los pocos indígenas que aun queden, devolviéndoles la dignidad, respeto, espacio y reconocimiento que se merecen, como parte de la genética que llevamos en nuestra sangre latina, que aun recorre nuestras venas, grabando historia tras historia, escrita entre esclavitud, sufrimiento, vejación, miseria, desplazamiento, maltrato, secuestro, tortura y muerte a manos de los invasores y explotadores de estas tierras.
Esta obra rinde tributo y respeto a nuestros antepasados que, aunque a muchos no les agrade reconocer, llevamos sus ancestros, mezclados en nuestras venas Latinoamericanas. Que se sientan orgullosos, conservando, difundiendo y defendiendo las pocas tradiciones que aún quedan y las puedan transmitir de generación en generacióin, sin sentirse marginados, sino por el contrario, se sientan orgullos cada vez que alguien les diga INDIO.
Esta obra rinde tributo y respeto a nuestros antepasados que, aunque a muchos no les agrade reconocer, llevamos sus ancestros, mezclados en nuestras venas Latinoamericanas. Que se sientan orgullosos, conservando, difundiendo y defendiendo las pocas tradiciones que aún quedan y las puedan transmitir de generación en generacióin, sin sentirse marginados, sino por el contrario, se sientan orgullos cada vez que alguien les diga INDIO.