Los personajes que protagonizan los 13 relatos de esta colección de David P. Sandoval son prisioneros de una visión del mundo ciertamente amarga. No importa si es un policía infiltrado en una peligrosa misión, un legionario en los confines del imperio romano, un marido infiel, un padre primerizo o incluso un calcetín desparejado, porque la soledad y la desazón son la principal compañía de todos ellos.
La fuerza de estos relatos también está apuntalada en una prosa enérgica, de ritmo contenido, que nos conduce sin desmayo hacia conclusiones inesperadas y contundentes.
Una prosa que nos recuerda a O. Henry, Borges, Pavese o Kafka.
La fuerza de estos relatos también está apuntalada en una prosa enérgica, de ritmo contenido, que nos conduce sin desmayo hacia conclusiones inesperadas y contundentes.
Una prosa que nos recuerda a O. Henry, Borges, Pavese o Kafka.