Con una mirada crítica y a su vez esperanzadora, Un techo para Latinoaméricanos invita a derribar nuestros prejuicios, dejarnos evan gelizar por los más pobres y revisar ciertos conceptos y actitudes, para así generar un cambio trascendental en nuestra sociedad. El sacerdote jesuita Felipe Berríos, nos convoca a dejar atrás la indolencia y hacer una "conversión espiritual "que nos permita incluir los sueños de todos. Presente actualmente en dieciséis naciones de Latinoamérica, Un Techo para mi País surgió gracias al incansable esfuerzo de los miles de jóvenes comprometidos con quienes viven en la pobreza y quieren "construir" un futuro mejor.
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