Se recoge en este volumen la práctica totalidad, exceptuando las llamadas Crónicas italianas, de los relatos de Stendhal. El lector podrá encontrar aquí cuentos bastante conocidos como Mina de Vanghel, El bebedizo o El cofre y el fantasma, pero sobre todo un buen número de piezas inéditas o que llevaban muchísimo tiempo sin ser traducidas en español. Rosa y verde, largo esbozo de una novela sobre una rica heredera que no quiere ser amada por sus millones, o Féder o el marido adinerado, historia de los amores de un joven pintor de miniaturas con la mujer de un pretencioso terrateniente de provincias, son textos brillantes y destacadísimos en la obra de su autor.
María Teresa Gallego Urrutia ha reunido y traducido diecinueve Esbozos y narraciones en los que Stendhal desmenuza la pasión romántica y la exaltación típica de sus héroes y heroínas, cuya alma es «demasiado ardiente para conformarse con la realidad de la vida». El ojo analítico, la trama desmesurada, la seducción de la impostura así como de la autenticidad, y la crítica de una sociedad que ha enterrado en la ironía el sentimiento más vital dirigen el rumbo de estos magníficos relatos mientras, al fondo, suena música de Mozart.
Henri Beyle, Stendhal a partir de la publicación de su tercer libro, nació en 1783 en Grenoble, «cuartel general de la ruindad», hijo de un abogado del Parlamento. Estudió en su ciudad natal y en 1799 marchó a París para ingresar en la Escuela Politécnica, cosa que nunca llegó a hacer. Un año después se alistó en el Ejército y tomó parte en las campañas de Alemania, Austria y Rusia de Napoleón, a quien siempre vería como un héroe. Tras la derrota, en 1814, se exilió voluntariamente en Milán.
En 1815, publicó, bajo pseudónimo, su primera obra, las Cartas sobre Haydn, Mozart y Metastasio y en 1817, la Historia de la pintura en Italia y Roma, Nápoles y Florencia, esta última ya como Stendhal.
Perseguido por liberal, tuvo que dejar Milán, y, entre Londres y París, empezó a frecuentar los salones literarios. Su ensayo Del amor aparecería en 1822; su primera novela, Armancia (1827), la publicó sin nombre en París, y sería seguida en 1830 por una de sus obras capitales, Rojo y negro.
En 1831 fue nombrado cónsul en Civitavecchia, en los Estados Pontificios. Su otra gran novela, La Cartuja de Parma, aparecería en 1839. Una selección aforística de pasajes sobre el amor puede encontrarse en Diccionario del amor. Murió en París en 1842. En su tumba mandó grabar el nombre de Arrigo Beyle, milanese.