Nunca me di cuenta cuando los hermanos de mi abuelo Pepe, salieron de mi vida, como y donde murieron, y en qué triste panteón descansan sus restos áridos para toda la eternidad, son mis antepasados, pero niño convaleciente todo el tiempo en lucha contra la bronquitis, mi única preocupación era librarme de la muerte que me acecho fiera y sin reposo durante mi paso por la infancia, solo ahora revivo en letras a aquellos seres que alguna vez fueron de carne y hueso, y como todos, tuvieron ilusiones, fugaz felicidad, tragedia, y ansias de transcender, y hoy duermen por siempre en los dominios de la muerte indiferente a nuestros anhelos de inmortalidad.
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