Napoleón en Chamartín es la quinta novela de la primera serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Narrada por el cronista y personaje principal de estos Episodios Nacionales, Gabriel de Araceli, en esta novela se describe la entrada de Napoleón Bonaparte en Madrid acompañado de su ejército. Una vez ganada la batalla de Bailén el 19 de Julio de 1808, tanto los ciudadanos como los generales del ejército español entraron en una especie de letargo que duró cuatro meses, y la proximidad de los franceses a las puertas de Madrid les obligó a coger las armas y defender otra vez la patria. Benito Pérez Galdós nos describe los acontecimientos acaecidos durante los cuatro meses siguientes al éxito de Bailén, resaltando el desacuerdo que reina entre los generales más destacados de España, entre ellos Castaños, Palafox, Cuesta, Blake y Álava. La ciudad se prepara para resistir pero, como cuenta Gabriel, el 4 de diciembre de 1808 tendrá que rendirse. José I Bonaparte vuelve al trono.
Tras la capitulación, Santorcaz es nombrado jefe de alguaciles. Gabriel se entera de que quiere prenderle, y pide ayuda a la Condesa Amaranta para huir de Madrid. Pero al final permanece en la capital para evitar el rapto de su amada Inés, desoyendo los consejos de la condesa.
Narrada por el cronista y personaje principal de estos Episodios Nacionales, Gabriel de Araceli, en esta novela se describe la entrada de Napoleón Bonaparte en Madrid acompañado de su ejército. Una vez ganada la batalla de Bailén el 19 de Julio de 1808, tanto los ciudadanos como los generales del ejército español entraron en una especie de letargo que duró cuatro meses, y la proximidad de los franceses a las puertas de Madrid les obligó a coger las armas y defender otra vez la patria. Benito Pérez Galdós nos describe los acontecimientos acaecidos durante los cuatro meses siguientes al éxito de Bailén, resaltando el desacuerdo que reina entre los generales más destacados de España, entre ellos Castaños, Palafox, Cuesta, Blake y Álava. La ciudad se prepara para resistir pero, como cuenta Gabriel, el 4 de diciembre de 1808 tendrá que rendirse. José I Bonaparte vuelve al trono.
Tras la capitulación, Santorcaz es nombrado jefe de alguaciles. Gabriel se entera de que quiere prenderle, y pide ayuda a la Condesa Amaranta para huir de Madrid. Pero al final permanece en la capital para evitar el rapto de su amada Inés, desoyendo los consejos de la condesa.