Una dama recién divorciada cree descubrir al hombre de su vida, pero a los pocos meses se encuentra encerrada en una cárcel de sentimientos: el carismático caballero comienza a manipularla y a apoderarse de su existencia. Una chica está harta de salir con tipos enroscados y quiere probar con un básico, pero cuando lo consigue la situación se vuelve inquietante. Una madre sufre la soledad y se da cuenta con espanto de que su hija la anhela con desesperación. Un padre selecciona candidatos para su hija y recibe un castigo desopilante. Una antigua novia invita a un muchacho a su boda para certificar su perdón; dos personas casadas se enamoran en Facebook, pero no pueden cruzar esa línea y tocarse. Una gerente rígida vive cansada y al borde de la ira; un arquitecto exigente se enajena en su lucha contra la falta de tiempo. Hasta existen fantasmas de personas que no han muerto: un hombre deja a una mujer y el espectro de ella lo persigue y lo enloquece.
Estos son algunos de los personajes ignotos e inolvidables de Te amaré locamente, un libro pleno de emociones encontradas que su autor escuchó y anotó como periodista y que luego narró como escritor. Jorge Fernández Díaz, creador de Mamá y El puñal, despliega aquí sus “aguafuertes sentimentales”: implacables y sutiles narraciones sobre vidas privadas que describen avatares y angustias de las personas comunes y corrientes, y van trazando un mapa sentimental. Un libro sobre nosotros mismos, que también se adentra en pequeños pero deslumbrantes apuntes sobre la seducción, la vejez, el barrio, el crimen, y los dioses, héroes y villanos que supimos conseguir.