De Jorge Volpi, autor de En busca de Klingsor y Memorial del engaño.
El universo de la trata de mujeres en Tijuana descrito en esta novela ha inspirado la ópera Cuatro corridos, con música de Hilda Paredes, Lei Liang, Hebert Vázquez y Arlene Sierra (2013), así como la película Las elegidas, de David Pablos.
"Los hombres son perros sin bozal, perros sin sesos, perros a los que domeñan sus instintos."
La leyenda sostiene que, desde épocas prehispánicas, los habitantes de Tenancingo se han dedicado -como otros pueblos a la cerámica o a la alfarería- a una profesión singular: la prostitución. Más allá de esta versión, a lo largo de los siglos XX y XXI ha habido allí muchos padres que educan a sus hijas para ser prostitutas y a sus hermanos para traficar con ellas.
En 2001 fue descubierta la red de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez, quienes llevaban años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a prostituirse en Tijuana y en los "campos del amor" cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, California. La historia que esta obra en verso cuenta surge de estos hechos. Lo demás -juzgue o no el lector- es ficción.
El universo de la trata de mujeres en Tijuana descrito en esta novela ha inspirado la ópera Cuatro corridos, con música de Hilda Paredes, Lei Liang, Hebert Vázquez y Arlene Sierra (2013), así como la película Las elegidas, de David Pablos.
"Los hombres son perros sin bozal, perros sin sesos, perros a los que domeñan sus instintos."
La leyenda sostiene que, desde épocas prehispánicas, los habitantes de Tenancingo se han dedicado -como otros pueblos a la cerámica o a la alfarería- a una profesión singular: la prostitución. Más allá de esta versión, a lo largo de los siglos XX y XXI ha habido allí muchos padres que educan a sus hijas para ser prostitutas y a sus hermanos para traficar con ellas.
En 2001 fue descubierta la red de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez, quienes llevaban años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a prostituirse en Tijuana y en los "campos del amor" cerca de las plantaciones de fresas de San Ysidro, California. La historia que esta obra en verso cuenta surge de estos hechos. Lo demás -juzgue o no el lector- es ficción.