El anhelo humano de eternidad es una característica bien conocida que ha alimentado diversas religiones así como también corrientes filosóficas; pero ¿qué ocurriría si fuera realizable? ¿Qué vivenciaría aquel ser humano inmortal? Y más importante aún, ¿qué aprendería el hombre que no contara con la finitud de sus días? ¿Qué le enseñaría la historia?
¿Cambiaría su visión de lo humano debido a poder experimentar mucho más que un común mortal? ¿Cambiaría aquel ser humano por su cualidad de inmortal?
La novela es el informe que el protagonista lleva a cabo de su existencia inmortal de más de doscientos años. El período de tiempo que abarca transcurre desde la lejana Santa María de los Buenos Aires en 1770 hasta
Son estas algunas de las preguntas que, sin ser formuladas como tales, recorren la novela “El informe” de Eduardo Kovalivker.
La travesía nos lleva por los grandes acontecimientos de la historia universal . Con una combinación de exquisita sencillez y versátil comprensión sociohistórica, Kovalivker nos conduce a adentrarnos, casi imperceptiblemente, en escenarios que van desde las gestas de San Martín en el Perú, León Trotsky en Rusia hasta Aristóteles Onassis en Grecia, pasando por la cultura Maya, la Shoá y los primeros “kibutzim” en Israel.
Con un estilo que conjuga lo fantástico con el anclaje en distintos suelos históricos, Kovalivker mantiene con suma habilidad un permanente suspenso en el cual el factor sorpresa es una constante en la rítmica del relato.
¿Cambiaría su visión de lo humano debido a poder experimentar mucho más que un común mortal? ¿Cambiaría aquel ser humano por su cualidad de inmortal?
La novela es el informe que el protagonista lleva a cabo de su existencia inmortal de más de doscientos años. El período de tiempo que abarca transcurre desde la lejana Santa María de los Buenos Aires en 1770 hasta
Son estas algunas de las preguntas que, sin ser formuladas como tales, recorren la novela “El informe” de Eduardo Kovalivker.
La travesía nos lleva por los grandes acontecimientos de la historia universal . Con una combinación de exquisita sencillez y versátil comprensión sociohistórica, Kovalivker nos conduce a adentrarnos, casi imperceptiblemente, en escenarios que van desde las gestas de San Martín en el Perú, León Trotsky en Rusia hasta Aristóteles Onassis en Grecia, pasando por la cultura Maya, la Shoá y los primeros “kibutzim” en Israel.
Con un estilo que conjuga lo fantástico con el anclaje en distintos suelos históricos, Kovalivker mantiene con suma habilidad un permanente suspenso en el cual el factor sorpresa es una constante en la rítmica del relato.