Transformarse de ser una persona normal en un auténtico guerrero, es algo que sin duda vale la pena vivir. Para ser todo lo que uno puede ser, se necesita adoptar una peculiar Filosofía de vida, misma que encarnan los guerreros que militan en La Corona. Las 99 duras pruebas que deben atravesar en su camino a lo mejor de sí mismos, no son nada sencillo. Sin embargo, una vez finalizados estos crisoles, nada es igual y el nuevo guerrero estará entrenado para vivir lo que sea, porque el conocimiento de sí mismo del que ahora goza, obtenido con dolor, le hace saberse uno con Dios y heredero de su sabiduría. Toda iniciación es liberación, y el grado más elevado de esta Corona es ser un Rey espiritual, es decir, alguien totalmente liberado de toda esclavitud...
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