Difícil resulta discriminar entre lo histórico y la ficción en esta serie de relatos breves. Sería necesario primero que hubiera alguien interesado en efectuar tal proceso de distinción y, en tal caso, que pudiera clarificarse al autor en busca de alguna luz sobre los hechos efectivamente sucedidos. Esta última condición se revela como particularmente difícil, ya que quién relata no logra separar lo soñado de lo imaginado y mucho menos lo recordado de lo vivido. Si se le piden precisiones vitupera acerca de la estructuración inherente a toda percepción y de la modificación que todo observador provoca en el fenómeno observado.
Los hijos de Josefina y 40 relatos breves, forman una antología que brinda al lector una curiosa experiencia. Relatos ágiles en torno al fracaso sexual, a lo policial, a la enfermedad y la muerte, se combinan con el humor negro y la ocasional percepción de lo sagrado.
El autor, que ha vivido con inusitada intensidad, ha sido tan voluble como audaz en su búsqueda del sentido, del gozo, de la verdad que está detrás de lo que vemos.
"Los hijos de Josefina" y los 40 relatos breves que le acompañan, merecen una tranquila lectura; así las cosas, nos despedimos.
Los hijos de Josefina y 40 relatos breves, forman una antología que brinda al lector una curiosa experiencia. Relatos ágiles en torno al fracaso sexual, a lo policial, a la enfermedad y la muerte, se combinan con el humor negro y la ocasional percepción de lo sagrado.
El autor, que ha vivido con inusitada intensidad, ha sido tan voluble como audaz en su búsqueda del sentido, del gozo, de la verdad que está detrás de lo que vemos.
"Los hijos de Josefina" y los 40 relatos breves que le acompañan, merecen una tranquila lectura; así las cosas, nos despedimos.