La protagonista sufre la peor de las prisiones, la que encarcela su alma y la lleva a perder no sólo su libertad, sino también la esperanza. Sofía, víctima de la violencia doméstica y de la agorafobia, lucha por liberarse de la cárcel del temor.
Esta novela es la historia de muchas mujeres que, sometidas a la violencia en sus hogares, ven pasar sus días con el miedo de convertirse en una nueva cifra dentro de las estadísticas fatales de ese terrible flagelo social. Cuando el maltrato es físico, sus cuerpos serán lacerados por las heridas más oprobiosas; pero cuando se trata de una agresión psicológica, esas heridas las harán morir en vida, aniquilando su dignidad y su autoestima.
La violencia intrafamiliar no es un asunto privado; es un asunto de derechos humanos y un problema de salud pública ante el cual no podemos permanecer pasivos.
Esta novela es la historia de muchas mujeres que, sometidas a la violencia en sus hogares, ven pasar sus días con el miedo de convertirse en una nueva cifra dentro de las estadísticas fatales de ese terrible flagelo social. Cuando el maltrato es físico, sus cuerpos serán lacerados por las heridas más oprobiosas; pero cuando se trata de una agresión psicológica, esas heridas las harán morir en vida, aniquilando su dignidad y su autoestima.
La violencia intrafamiliar no es un asunto privado; es un asunto de derechos humanos y un problema de salud pública ante el cual no podemos permanecer pasivos.