«El mejor escritor de relatos de todos los tiempos» Raymond Carver
«A estas alturas es casi inútil tratar de explicar por qué Chéjov es un maestro de la literatura, por qué sus personajes nos enseñan lo peor y lo mejor de nuestra naturaleza. Sólo leyendo al maestro se puede intentar comprender la fragilidad de la existencia, que a su vez nos lleva hacia el amor por la vida y el respeto por las personas.» Solodelibros
El peculiar héroe chejoviano transita por estas historias debatiéndose entre la indiferencia y las ganas de vivir: a alguno le parece estar viviendo «una mentira o algo semejante a una mentira», otro se define sin tapujos como «un fenómeno negativo», pero al final una circunstancia, un segundo de inspiración o un accidente trivial los enfrenta a todos al «roce de la vida» y las consecuencias son enigmáticas. A su lado, un nutrido elenco de cretinos instruidos, locos proféticos, funcionarios irónicos, pobres diablos y pequeños déspotas... «Conócete a ti mismo» es un «excelente y útil consejo –dice el protagonista de una de estas piezas-. Lo malo es que a los antiguos no se les ocurrió enseñarnos la manera de ponerlo en práctica.Antón Pávlovich Chéjov nació en Taganrog, a orillas del mar de Azov, en el sur de Rusia, en 1860. Hijo de un modesto comerciante, antiguo siervo que había conseguido comprar su libertad, así como la de su mujer y sus hijos, hizo sus primeros estudios en su ciudad natal. En 1879 ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Moscú. Desde el primer curso empezó a publicar «cuadros humorísticos» en revistas, con los que conseguía mantener a toda su familia (su padre, endeudado, su madre y sus hermanos habían tenido que trasladarse con él a Moscú), y pocos años después ya era un escritor profesional reconocido.1888 fue un año clave en su carrera: publicó su novela corta La estepa (ALBA CLÁSICA núm. LIII, junto con En el barranco), escribió su primera obra teatral, Ivanov, y recibió el premio Pushkin.
En 1890 viajó a la isla de Sajalín, «con la intención de escribir un libro sobre nuestra colonia penal», que aparecería al año siguiente con el título de La isla de Sajalín. En 1896 estrenó La gaviota, su primer gran éxito en la escena, al que siguieron El tío Vania (1899), Tres hermanasEl jardín de los cerezos (1904).
Maestro del relato corto, algunas de sus obras más importantes se encuentran en ese género, en el que ha ejercido una influencia que aún hoy sigue vigente. Una extensa antología de sus Cuentos puede encontrarse en esta editorial (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XXI), así como dos selecciones a cargo de Piero Brunello, Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (ALBA CLÁSICA núm. LXVI) y Unos buenos zapatos y un cuaderno de apuntes: Cómo hacer un reportaje. Chéjov murió en Badenweiller en 1904.
En estas Cinco novelas cortas que ha seleccionado y traducido Víctor Gallego, vemos en cualquier caso la maestría para captar el tiempo y reflejarlo narrativamente, sin otro calendario que el que marcan las propias acciones –e inacciones- de los personajes. Son todas ellas obras de madurez: «Una historia aburrida» (1989), «El duelo» (1891), «La sala número seis» (1892), «Relato de un desconocido» (1893) y «Tres años» (1895).