Cuando se cumplen treinta años de la desaparición de Italo Calvino (1985), Carlo Ossola nos ofrece una iluminadora reflexión sobre su obra.
Calvino, hablando de su propio método de escribir, sugería que su escritura «debería ser el punto de encuentro entre esa especie de modo abstracto, deductivo, de entender y construir la narración que he desarrollado en estos últimos años, y otro modo basado en la suma de los pormenores de la experiencia, en la descripción minuciosa de objetos, lugares y actos».
Siguiendo ese mismo propósito que Calvino anhela, el presente ensayo explora sus universos y sus particularidades, en el interior de esa maravillosa, inquieta, infinita, «colección de arena» que él mismo creó. Italo Calvino se nos presenta de esta manera hoy, cada vez más, no solo como heredero de la «contigüidad universal» (de Ovidio, de Fourier), sino también como un escritor que supo prever las aporías del siglo XXI; como un escrutador del universo y de la singularidad de cada uno de nosotros; en definitiva, como uno de los grandes clásicos de la prosa y del pensamiento contemporáneos, al que en esta ocasión Carlo Ossola dedica un libro sin duda fundamental para conocerlo como el gran hombre que fue.
Calvino, hablando de su propio método de escribir, sugería que su escritura «debería ser el punto de encuentro entre esa especie de modo abstracto, deductivo, de entender y construir la narración que he desarrollado en estos últimos años, y otro modo basado en la suma de los pormenores de la experiencia, en la descripción minuciosa de objetos, lugares y actos».
Siguiendo ese mismo propósito que Calvino anhela, el presente ensayo explora sus universos y sus particularidades, en el interior de esa maravillosa, inquieta, infinita, «colección de arena» que él mismo creó. Italo Calvino se nos presenta de esta manera hoy, cada vez más, no solo como heredero de la «contigüidad universal» (de Ovidio, de Fourier), sino también como un escritor que supo prever las aporías del siglo XXI; como un escrutador del universo y de la singularidad de cada uno de nosotros; en definitiva, como uno de los grandes clásicos de la prosa y del pensamiento contemporáneos, al que en esta ocasión Carlo Ossola dedica un libro sin duda fundamental para conocerlo como el gran hombre que fue.