Este es un libro que cuenta la historia de jóvenes que luchan por lo que quieren, que superan sus temores, sus miedos y limitaciones, para ir en búsqueda del éxito y la felicidad. Una historia de jóvenes que saben que la mejor manera de obtener lo que se desea, es a través del esfuerzo, la dedicación, el sacrificio y el trabajo perseverante. Una historia de jóvenes a quienes el éxito no les hace olvidar sus raíces, su origen y los valores aprendidos de sus padres. Para quienes el dinero, la fama o el poder no valen más que la familia o una amistad verdadera.
Estás a punto de entrar en el mundo de un adolescente. Un mundo divertido, de juegos, de bromas, de picardía, típico de quienes a pesar de haber dejado atrás la niñez, conservan aún su inocencia, candidez y esos aires de despreocupación. Pero también un mundo de sueños, ilusiones, planes, proyectos, metas y luchas, asuntos que ocupan buena parte del tiempo en aquellos que se sienten cada vez más cerca de la temida, pero anhelada adultez. Es un mundo que no te resultará extraño, de hecho, a veces te resultará familiar. Un mundo en el que tras la algarabía y las risas, se esconden a veces la tristeza, las lágrimas y la frustración. De alegrías, compañerismo, aventuras y amistad. Un mundo de búsqueda y descubrimiento, de encontrar cosas nuevas en lo que te rodea, en tus amigos, tu familia, en tu cuerpo, en tu interior. Un mundo como el de millones de adolescentes, de aquí y de allá; como el de tantos adolescentes que conoces, de cerca o de lejos; sorprendentemente muy similar al del adolescente que fuiste o eres aún.
Te invito a leer la historia de Romeo y de su amigo Adrián. Mi historia, tu historia, la de tu amigo, la historia de éxito y de superación que todos queremos y podemos vivir, si jugamos el juego de la vida como Romeo, como Adrián, como un Grandes Ligas.
Estás a punto de entrar en el mundo de un adolescente. Un mundo divertido, de juegos, de bromas, de picardía, típico de quienes a pesar de haber dejado atrás la niñez, conservan aún su inocencia, candidez y esos aires de despreocupación. Pero también un mundo de sueños, ilusiones, planes, proyectos, metas y luchas, asuntos que ocupan buena parte del tiempo en aquellos que se sienten cada vez más cerca de la temida, pero anhelada adultez. Es un mundo que no te resultará extraño, de hecho, a veces te resultará familiar. Un mundo en el que tras la algarabía y las risas, se esconden a veces la tristeza, las lágrimas y la frustración. De alegrías, compañerismo, aventuras y amistad. Un mundo de búsqueda y descubrimiento, de encontrar cosas nuevas en lo que te rodea, en tus amigos, tu familia, en tu cuerpo, en tu interior. Un mundo como el de millones de adolescentes, de aquí y de allá; como el de tantos adolescentes que conoces, de cerca o de lejos; sorprendentemente muy similar al del adolescente que fuiste o eres aún.
Te invito a leer la historia de Romeo y de su amigo Adrián. Mi historia, tu historia, la de tu amigo, la historia de éxito y de superación que todos queremos y podemos vivir, si jugamos el juego de la vida como Romeo, como Adrián, como un Grandes Ligas.