Territorios del verbo fue publicado por primera vez en 1992 por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela, en Caracas. Reunía una serie de ensayos aparecidos en distintas revistas hispanoamericanas y algunas conferencias pronunciadas en diferentes universidades españolas. Su reedición responde al empeño de dejar constancia de las iluminadas ensoñaciones suscitadas por una palabra viva, fecunda y poderosa surgida a una y otra orilla del idioma. Y por otro lado, responde también a la necesidad de procurar la pervivencia de esas mismas ensoñaciones más allá de la condición efímera y fugitiva que les confiere la oralidad o la aparición en publicaciones periódicas especializadas. Un libro es siempre un triunfo sobre la caducidad de la memoria, contra las infidelidades del tiempo.
En estos ensayos las voces y sus ecos encarnan en un discurso de múltiples irradiaciones; en donde la escritura se funde y se camufla con otras escrituras; en donde el lenguaje en sus espejos cita y concita la poesía, la narración o el drama; en donde la palabra permeable es, o puede ser, cifra y resumen, máscara y transparencia, invención y certidumbre, ajena y propia. Son un empeño permanente y una entrega sin condiciones. Para la abolición de los límites en los territorios del verbo.
En estos ensayos las voces y sus ecos encarnan en un discurso de múltiples irradiaciones; en donde la escritura se funde y se camufla con otras escrituras; en donde el lenguaje en sus espejos cita y concita la poesía, la narración o el drama; en donde la palabra permeable es, o puede ser, cifra y resumen, máscara y transparencia, invención y certidumbre, ajena y propia. Son un empeño permanente y una entrega sin condiciones. Para la abolición de los límites en los territorios del verbo.