Durante más de diez años el autor de “Feliz Navidad… o no” tomó por costumbre incluir un pequeño cuento en las tarjetas de felicitación que mandaba a amigos o familiares. Los mejores de esos mini relatos, con el tiempo, fueron recopilados y revisados hasta su formato actual, mucho mayor en tamaño y matices. Se convirtieron, en definitiva, en una colección de siete historias irreverentes, enmarcadas claramente en los temas propios de estas fechas pero ausentes de cualquier espíritu navideño. Sin dejar de lado el humor negro o la ironía que impregnan cualquiera de los escritos de este autor, en estas páginas nos sumergiremos en siete historias con una virgen María, unos Reyes Magos o una “magia de la Navidad” totalmente distinta a la acostumbrada. Como su subtítulo indica, son “cuentos de una Navidad diferente”.
(Fragmento del tercer cuento, “El Padre”)
—¿Cómo es posible? Si tú y yo no hemos… —no paraba de preguntar José cuando su esposa le comunicó que estaba en cinta.
—Ha sido Dios —era siempre la desconcertante respuesta.
—Cómo dices… Dios… Pero, Dios, Dios…
—Sí, Dios, el de Abraham y el de Moisés… Yahve de toda la vida… Que pareces tonto —le reprochaba María, que, a pesar de ser ya una mujer casada, seguía siendo arisca y maleducada, como cuando era una adolescente—. Y además, soy virgen. A partir de ahora me llamarás virgen María, que a estos galileos les gusta mucho hablar…
(Fragmento del tercer cuento, “El Padre”)
—¿Cómo es posible? Si tú y yo no hemos… —no paraba de preguntar José cuando su esposa le comunicó que estaba en cinta.
—Ha sido Dios —era siempre la desconcertante respuesta.
—Cómo dices… Dios… Pero, Dios, Dios…
—Sí, Dios, el de Abraham y el de Moisés… Yahve de toda la vida… Que pareces tonto —le reprochaba María, que, a pesar de ser ya una mujer casada, seguía siendo arisca y maleducada, como cuando era una adolescente—. Y además, soy virgen. A partir de ahora me llamarás virgen María, que a estos galileos les gusta mucho hablar…