Un hombre angustiado dormita sobre unos libros, sin poder alejar de sus pensamientos la imagen de su amada Leonora, deseando que la noche desaparezca y el nuevo día calme el dolor de la ausencia.
Unos golpes lo despiertan y lo estremecen. Duda sobre la identidad de quien toca a su puerta, y al abrirla, un cuervo emerge, casi de la nada. Se posa en el dintel de la puerta, y responde a todas las preguntas con una única respuesta: Nunca más.
El significado de dicha expresión queda abierta a la imaginación del lector. ¿Qué es lo que no ocurrirá nunca más?
Tal vez sea su amada muerta, la que nunca más volverá, o la que jamás se extinguirá de su memoria, o será que ya jamás será feliz, o será ese maléfico pájaro el que ya no remontará su vuelo y se quedará con él para siempre.
Son las dudas que plantea el poema, de profundo contenido psicológico, que no es un poema más, sino que invita a reflexionar sobre los más recónditos secretos del alma humana.
Unos golpes lo despiertan y lo estremecen. Duda sobre la identidad de quien toca a su puerta, y al abrirla, un cuervo emerge, casi de la nada. Se posa en el dintel de la puerta, y responde a todas las preguntas con una única respuesta: Nunca más.
El significado de dicha expresión queda abierta a la imaginación del lector. ¿Qué es lo que no ocurrirá nunca más?
Tal vez sea su amada muerta, la que nunca más volverá, o la que jamás se extinguirá de su memoria, o será que ya jamás será feliz, o será ese maléfico pájaro el que ya no remontará su vuelo y se quedará con él para siempre.
Son las dudas que plantea el poema, de profundo contenido psicológico, que no es un poema más, sino que invita a reflexionar sobre los más recónditos secretos del alma humana.