La poesía de Enrique Gil y Carrasco
Enrique Gil murió en Berlín en 1846, a los treinta y un años de edad. Sus libros y papeles fueron vendidos para pagar deudas, de modo que tal vez haya manuscritos inéditos en la trastienda de algún anticuario berlinés. La posteridad ha conservado treinta y dos composiciones dispersas en periódicos de la época o declamadas en el Liceo, donde Gil frecuentó la amistad de Espronceda y Zorrilla. Tras su muerte, el escritor berciano quedó en el olvido. En 1873, los amigos reunieron sus poemas y muchos pensaron que Gil seguía los pasos de las Rimas; pero fue al revés, Gil había sido el primer poeta postromántico tres décadas antes. Su poesía, estudiada en universidades de todo el mundo, anticipa la de Bécquer, Rosalía y Carolina Coronado, extiende su influjo hasta el Modernismo, e impregna toda la lírica posterior.
Sin embargo, la poesía de Enrique Gil ha permanecido casi inédita; en los 168 años transcurridos desde su muerte ha sido editada tres veces: Poesías Líricas (1873), B. A. E. (1954) y Breviarios de la Calle del Pez (2000). Esta cuarta edición se abre con Introducción a la poesía de Gil y Carrasco, donde Valentín Carrera indaga las claves del idealismo giliano y propone nuevas lecturas de su poesía, y presenta los treinta y dos poemas escritos por Enrique Gil entre 1837 y 1842, por primera vez ordenados cronológicamente, revisados y corregidos, limpios y desnudos.
Enrique Gil murió en Berlín en 1846, a los treinta y un años de edad. Sus libros y papeles fueron vendidos para pagar deudas, de modo que tal vez haya manuscritos inéditos en la trastienda de algún anticuario berlinés. La posteridad ha conservado treinta y dos composiciones dispersas en periódicos de la época o declamadas en el Liceo, donde Gil frecuentó la amistad de Espronceda y Zorrilla. Tras su muerte, el escritor berciano quedó en el olvido. En 1873, los amigos reunieron sus poemas y muchos pensaron que Gil seguía los pasos de las Rimas; pero fue al revés, Gil había sido el primer poeta postromántico tres décadas antes. Su poesía, estudiada en universidades de todo el mundo, anticipa la de Bécquer, Rosalía y Carolina Coronado, extiende su influjo hasta el Modernismo, e impregna toda la lírica posterior.
Sin embargo, la poesía de Enrique Gil ha permanecido casi inédita; en los 168 años transcurridos desde su muerte ha sido editada tres veces: Poesías Líricas (1873), B. A. E. (1954) y Breviarios de la Calle del Pez (2000). Esta cuarta edición se abre con Introducción a la poesía de Gil y Carrasco, donde Valentín Carrera indaga las claves del idealismo giliano y propone nuevas lecturas de su poesía, y presenta los treinta y dos poemas escritos por Enrique Gil entre 1837 y 1842, por primera vez ordenados cronológicamente, revisados y corregidos, limpios y desnudos.