Poesía de juventud, contradictoria, multiforme, sincera hasta la crueldad, reflexiva de modo obsesivo, Augusto Blasborg nos hace partícipes de sus juegos poéticos, imbricados de manera irremediable en su propia vida.
Con obras como:
Las primeras palabras
Porque no estás, aprendo lenguas muertas,
y en todos sus fonemas busco dioses;
esqueletos endebles,
osamentas ruinosas
que respetan los huecos de los clavos
con que la tinta los sacrificó.
.
Los dioses del amor son silenciosos,
tristes educadores siempre cautos,
pero a veces sonríen satisfechos:
cuando entre todo nuestro balbuceo
pronunciamos con énfasis consciente
las únicas palabras: yo te amo.
Con obras como:
Las primeras palabras
Porque no estás, aprendo lenguas muertas,
y en todos sus fonemas busco dioses;
esqueletos endebles,
osamentas ruinosas
que respetan los huecos de los clavos
con que la tinta los sacrificó.
.
Los dioses del amor son silenciosos,
tristes educadores siempre cautos,
pero a veces sonríen satisfechos:
cuando entre todo nuestro balbuceo
pronunciamos con énfasis consciente
las únicas palabras: yo te amo.