"La palidez de tu rostro,
la sequedad de tus labios,
tus ojos vacíos,
delatan que eres un espectro.
¿Qué viento borró tu carne de mi carne?"
Toni Aznar no propone sin más una poesía que se resguarda en su propia interioridad; se evidencia en cambio del reconocimiento de la alteridad, del encuentro con su objeto de amor y su lejanía o pérdida y también su propia finitud.
Me asomo a una poética amorosa donde el deseo se vislumbra potente como llama y sombra.
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