José Antonio Zambrano es, desde antaño, un gran constructor de poéticas. Sigue viendo la poesía como la gracia que lleva a las palabras hacia un sentido permanente. De muy pocos poetas actuales puede decirse esto. La poesía siempre es un corsé, pero son otros los que se lo ponen. José A. Zambrano lleva ya libros y libros dibujando sus patrones, mostrándonos sus costuras y haciéndoles arreglos como una Penélope. Apócrifos de marzo, sin embargo, es lo bastante original para abrir un camino sólo escasamente presentido en su obra previa. Las fuentes son varias e importantes: los poetas europeos más inmersos en la corriente de la vida, la estética afilada y sin contrapesos de la poesía italiana del siglo XX, algunos poetas de Europa del este y, finalmente, como apunta alguna de las citas de este libro, la poesía norteamericana moderna, la más asediada del mundo libre.
Alonso Guerrero
Alonso Guerrero