En esta nueva entrega, Víctor Jiménez recopila poemas de un hombre que ha vivido en la penumbra por demasiado tiempo. Ha transitado por ese túnel oscuro y finalmente ha encontrado un claro de luz. Una sonrisa le alumbra este nuevo camino; no es una sonrisa cualquiera, viene vestida de luces de bengala, viene de la mano de una guerrera que se deja ver desde la portada del libro. Un poemario coherente que ubica al autor dentro de los nuevos valores que se abren paso en la literatura escrita en esta ciudad. (Manny López)
La poesía de Víctor Jiménez es juego, es un acto de autenticidad que no es otra cosa que la práctica misma de la libertad; porque como lo lúdico no requiere explicación ni implica el conocimiento de ninguna verdad, ese acto inocente se convierte en algo así como el reto de un niño que juega al infinito. (Elsa J. Varela)
Lo cotidiano y lo trascendental, lo coloquial y lo amatorio se dibujan, se pintan, se filman. Meterse en las líneas de Víctor Jiménez es andar los fotogramas de una jornada vital a través de sus cristales verbales. (Ana Cecilia Blum)