La anorexia y la bulimia son parte de los trastornos alimentarios, pero a diferencia de otros eventos menos severos y transitorios en su mayoría, que pueden resultar de los acontecimientos de la vida diaria (el amor no correspondido, una desviación de una persona significativa, etc.), estos trastornos son las causas subyacentes que se encuentran, como veremos más adelante, en la vida familiar de los pacientes infantiles. El trastorno de la alimentación puede por lo tanto ser considerado con razón en estos casos, como el síntoma más notable y, a menudo más grave de una angustia psicológica.
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