Marc y sus dos amigos encuentran algo olvidado hace mucho tiempo; a alguien que no debía ser hallado. Deciden hacer lo que hacen los niños, jugar con él. Pero el hombre del pozo tiene otro juego en mente.
“Los cinco dedos, o lo que quedaba de ellos, palpaban el aire con suavidad como si tocaran un piano que sólo esa mano podía sentir.”
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