CIENCIA Y ARTE DE TRANSFORMAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS EN POSITIVOS, PARA OBTENER SALUD Y EXITO.
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La Positrónica es la ciencia para polarizar positivamente la mente y atraer el éxito en todas las actividades de la vida. Su método es simple, se trata de enfocar los pensamientos y reemplazar las ideas nocivas por las constructivas en forma constante.
De similar modo en que es prácticamente imposible que se den en la naturaleza salvaje, por sí sola, los exquisitamente equilibrados arreglos florales, propios de la dedicación de la mano armoniosa del hombre, acontece con el carácter, cualidades, pensamientos y conciencia interna de cada ser humano.
Así como los más hermosos jardines cuando son abandonados a sí mismos pronto se entristecen, se mueren muchas de sus más raras y frágiles flores, los insectos y enfermedades devoran todo lo verde y los cambios de temperatura conjuntamente con la escasez de agua, queman todas las plantas; de igual modo sucede con el jardín interior de los pensamientos y acciones de cada uno, cuando la voluntad lo abandona.
Cuando desconectamos el poder de nuestra voluntad consciente de las flores de nuestros pensamientos, cesamos de protegerlos de la inclemencia exterior, alimentarlos y desarrollarlos. Es entonces cuando, la ausencia del rocío vital de la conciencia y el clima variable de deseos incontrolados las marchita y, luego el ejército de los insectos de la inquietud, la enfermedad, la pereza, el odio, la ira, la ilusión y la incomprensión lo devoran todo; convirtiendo a nuestro amado y hermoso jardín, en un santiamén, en el baldío de la fea depresión, la oscura tristeza, la falsa esperanza y el persistente dolor.
Por eso, así como el jardinero paciente, amante y fiel con sus plantas, recibe luego de ellas la recompensa de sus exquisitos aromas y bellísimas formas y colores; igualmente acontece con el jardinero de los pensamientos interiores, quien recibe por sus especiales esfuerzos y personales méritos la recompensa de la paz, la autoconciencia de sí y de la vida toda, inagotables conocimientos, inmortal fe, insondables éxitos en la satisfacción de sus más elevados deseos y, la libertad de ser siempre él mismo, en toda circunstancia, tiempo y lugar.
Evitar toda violencia, la mentira, la pereza, el robo, el odio y la ciega incomprensión tanto interna como externamente, es la mejor manera de proteger nuestro jardín interior.
Regarlo con la fresca agua de las siempre nacientes sonrisas, la amistad, el amor y la fe en sí mismo, en las demás personas y en la vida toda, es la mejor manera de estimular el crecimiento de las más raras y bellas flores-pensamientos, cuyos perfumes-sentimientos calan profundamente en la Conciencia del Ser.
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La Positrónica es la ciencia para polarizar positivamente la mente y atraer el éxito en todas las actividades de la vida. Su método es simple, se trata de enfocar los pensamientos y reemplazar las ideas nocivas por las constructivas en forma constante.
De similar modo en que es prácticamente imposible que se den en la naturaleza salvaje, por sí sola, los exquisitamente equilibrados arreglos florales, propios de la dedicación de la mano armoniosa del hombre, acontece con el carácter, cualidades, pensamientos y conciencia interna de cada ser humano.
Así como los más hermosos jardines cuando son abandonados a sí mismos pronto se entristecen, se mueren muchas de sus más raras y frágiles flores, los insectos y enfermedades devoran todo lo verde y los cambios de temperatura conjuntamente con la escasez de agua, queman todas las plantas; de igual modo sucede con el jardín interior de los pensamientos y acciones de cada uno, cuando la voluntad lo abandona.
Cuando desconectamos el poder de nuestra voluntad consciente de las flores de nuestros pensamientos, cesamos de protegerlos de la inclemencia exterior, alimentarlos y desarrollarlos. Es entonces cuando, la ausencia del rocío vital de la conciencia y el clima variable de deseos incontrolados las marchita y, luego el ejército de los insectos de la inquietud, la enfermedad, la pereza, el odio, la ira, la ilusión y la incomprensión lo devoran todo; convirtiendo a nuestro amado y hermoso jardín, en un santiamén, en el baldío de la fea depresión, la oscura tristeza, la falsa esperanza y el persistente dolor.
Por eso, así como el jardinero paciente, amante y fiel con sus plantas, recibe luego de ellas la recompensa de sus exquisitos aromas y bellísimas formas y colores; igualmente acontece con el jardinero de los pensamientos interiores, quien recibe por sus especiales esfuerzos y personales méritos la recompensa de la paz, la autoconciencia de sí y de la vida toda, inagotables conocimientos, inmortal fe, insondables éxitos en la satisfacción de sus más elevados deseos y, la libertad de ser siempre él mismo, en toda circunstancia, tiempo y lugar.
Evitar toda violencia, la mentira, la pereza, el robo, el odio y la ciega incomprensión tanto interna como externamente, es la mejor manera de proteger nuestro jardín interior.
Regarlo con la fresca agua de las siempre nacientes sonrisas, la amistad, el amor y la fe en sí mismo, en las demás personas y en la vida toda, es la mejor manera de estimular el crecimiento de las más raras y bellas flores-pensamientos, cuyos perfumes-sentimientos calan profundamente en la Conciencia del Ser.
