Todo cuanto existe se encuentra en constante cambio, en un movimiento continuo a veces muy notorio y otras, casi imperceptible. Como sucede con las pequeñas partículas que le conforman. Cada órgano, célula, átomo, expresa su movimiento a través de vibraciones. Al igual sucede con las emociones, los pensamientos y los sentimientos.
Dependiendo de la calidad de nuestras emociones y pensamientos, generamos vibraciones que mantendrán el cuerpo sano o lo enfermarán. Cuando un cuerpo está enfermo, necesita restablecer su nivel de vibración óptimo. Los sistemas florales aportan vibraciones para regresar al equilibrio. No sólo atender el síntoma es importante, sino también revisar la causa y apoyar con un camino hacia la liberación del conflicto.
Con las triadas y la Teoría musical podemos asociar el color, el sonido y las sensaciones con nuestro sistema de energía para comprender la causa (el origen) como el efecto (el síntoma), tratar a ambos y de esa forma, obtener una visión globalizada del caso para un diagnóstico floral completo, promoviendo el camino hacia la curación y poder llegar a la homeostasia.
Dependiendo de la calidad de nuestras emociones y pensamientos, generamos vibraciones que mantendrán el cuerpo sano o lo enfermarán. Cuando un cuerpo está enfermo, necesita restablecer su nivel de vibración óptimo. Los sistemas florales aportan vibraciones para regresar al equilibrio. No sólo atender el síntoma es importante, sino también revisar la causa y apoyar con un camino hacia la liberación del conflicto.
Con las triadas y la Teoría musical podemos asociar el color, el sonido y las sensaciones con nuestro sistema de energía para comprender la causa (el origen) como el efecto (el síntoma), tratar a ambos y de esa forma, obtener una visión globalizada del caso para un diagnóstico floral completo, promoviendo el camino hacia la curación y poder llegar a la homeostasia.