Su novio estaba ocupado en los preparativos de la boda y Lobina decidió contratar un personaje nocturno para pasar la noche en su despedida de soltera, su experiencia fue trascendental yendo más allá de lo que ella buscaba. A partir de esa noche debería escoger entre su casamiento con Mellier tal como se venía programando, o si se dejaba embaucar por su acompañante peligroso y atractivo. Ambos quedaron encantados y fechados, dejando que la química hiciera de las suyas, dando lugar a una atracción fatal. Lobina creó una gran dependencia hacia este personaje que solamente se sentía importante cuando estaba a su lado, lo veía como un ser romántico, sincero, encantador y buen galante, sin saber que sus sentimientos eran oscuros y lo único que buscaba era lucrarse económicamente por cuanto Lobina era de familia acaudalada; además su profesión estaba bien remunerada, porque ocupaba un alto cargo en la empresa donde laboraba.
Mellier gran hombre y prometido de Lobina sorprendido por el comportamiento de ésta, opto por entenderla y escudriñar el verdadero motivo que la llevó a asumir esta reprochable conducta, a sabiendas de que estaba próxima su boda.
El amor de Mellier hacia Lobina era mayor al dolor que le causó ésta, a quien le hizo ver que la vida no podía estar supeditada a las bajas costumbres que le puede imponer la sociedad por cuanto no se deben romper los principios, ni acabar con los valores que le inculcaron sus progenitores.
Mellier gran hombre y prometido de Lobina sorprendido por el comportamiento de ésta, opto por entenderla y escudriñar el verdadero motivo que la llevó a asumir esta reprochable conducta, a sabiendas de que estaba próxima su boda.
El amor de Mellier hacia Lobina era mayor al dolor que le causó ésta, a quien le hizo ver que la vida no podía estar supeditada a las bajas costumbres que le puede imponer la sociedad por cuanto no se deben romper los principios, ni acabar con los valores que le inculcaron sus progenitores.