«¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada
de la Juventud? Espero lío. Que acá adentro va a haber
lío, va a haber. Que acá en Río va a haber lío, va a haber.
Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera…
Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos
defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que
sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea
clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros
mismos».
Con este grito impetuoso lanzado en Río de Janeiro en
2013, el papa Francisco urgió a las nuevas generaciones
a cambiar nuestro mundo, comenzando por ellos mismos,
llamamiento del que Carlos Chávez Shelly se hace
eco en ¡Jóvenes, armen lío! planteando respuestas a situaciones
e interrogantes de vital importancia: ¿es posible
ser santo hoy y aquí? ¿Qué es la vocación? ¿Cómo
vivir la sexualidad? ¿Qué significa ser hijos de Dios?
¿Cómo y para qué rezar?
de la Juventud? Espero lío. Que acá adentro va a haber
lío, va a haber. Que acá en Río va a haber lío, va a haber.
Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera…
Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos
defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que
sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea
clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros
mismos».
Con este grito impetuoso lanzado en Río de Janeiro en
2013, el papa Francisco urgió a las nuevas generaciones
a cambiar nuestro mundo, comenzando por ellos mismos,
llamamiento del que Carlos Chávez Shelly se hace
eco en ¡Jóvenes, armen lío! planteando respuestas a situaciones
e interrogantes de vital importancia: ¿es posible
ser santo hoy y aquí? ¿Qué es la vocación? ¿Cómo
vivir la sexualidad? ¿Qué significa ser hijos de Dios?
¿Cómo y para qué rezar?