La serpiente como animal, no deja de sorprendernos por sus misteriosas capacidades, tal vez por eso la encontramos en calidad de símbolo desde el principio de los tiempos en la historia del hombre. Su proverbial capacidad de mudar de piel representa el renacimiento que ocurre una y otra vez al término de cada ciclo que al mismo tiempo da inicio al siguiente. La clásica imagen que muestra una serpiente tragando su propia cola simboliza esto mismo que aplicado a los tiempos que corren resulta sumamente apropiado.
Debemos pensar que después de los acontecimientos del anterior año del Dragón, la serpiente resulta ser la portadora del nuevo tiempo aquella que cambió su piel tras el largo sueño de la inconsciencia para dar inicio a una humanidad más clara, generosa, dispuesta a sumergirse en las profundidades del inconsciente colectivo con el fin de conducirnos al gran despertar.
Resulta notable que para los pueblos mesoamericanos esté anunciado el retorno de Quetzal Coatl, llamado “La Serpiente Emplumada “El Gran Pacificador que según cuenta la leyenda, arribó un día a sus tierras trayendo enseñanzas y conocimientos Justamente ahora al término de la llamada Cuenta Larga del Calendario Maya, nos aprestamos a vivir el año de la Serpiente. Las coincidencias que encontramos entre profecías de distintas partes del mundo nos preparan para que a su llegada surjan guerras pestes y hambrunas, además de grandes desastres naturales que por lo visto son parte de la transición que estaremos viviendo entre el quinto y el sexto sol, según estos estudios.
Es digno también de destacar que en los albores de la Cultura Olmeca su símbolo más sagrado estaba relacionado no solo con la serpiente sino también con el agua, elemento que genera la vida, que para ellos fue inmortalizada como símbolo de la energía vital y de la asociación entre lo humano y lo divino.
Debemos pensar que después de los acontecimientos del anterior año del Dragón, la serpiente resulta ser la portadora del nuevo tiempo aquella que cambió su piel tras el largo sueño de la inconsciencia para dar inicio a una humanidad más clara, generosa, dispuesta a sumergirse en las profundidades del inconsciente colectivo con el fin de conducirnos al gran despertar.
Resulta notable que para los pueblos mesoamericanos esté anunciado el retorno de Quetzal Coatl, llamado “La Serpiente Emplumada “El Gran Pacificador que según cuenta la leyenda, arribó un día a sus tierras trayendo enseñanzas y conocimientos Justamente ahora al término de la llamada Cuenta Larga del Calendario Maya, nos aprestamos a vivir el año de la Serpiente. Las coincidencias que encontramos entre profecías de distintas partes del mundo nos preparan para que a su llegada surjan guerras pestes y hambrunas, además de grandes desastres naturales que por lo visto son parte de la transición que estaremos viviendo entre el quinto y el sexto sol, según estos estudios.
Es digno también de destacar que en los albores de la Cultura Olmeca su símbolo más sagrado estaba relacionado no solo con la serpiente sino también con el agua, elemento que genera la vida, que para ellos fue inmortalizada como símbolo de la energía vital y de la asociación entre lo humano y lo divino.