La autora es Doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Licenciada en Educación Física, Profesora titular de Educación Física en la Facultad de Ciencias de la Educación de Puerto Real (Cádiz), y entrenadora internacional de voleibol.
El juego es un pilar fundamental en la Educación Física, tanto para niños como adultos, y sirve de gran ayuda al profesor para conseguir los objetivos que se proponga. Pero, ¿qué ocurre cuando no disponemos del material específico? Bien porque el centro no disponga del medio o porque estemos fuera del mismo (en una excursión, por ejemplo) nos podemos encontrar esa situación, entonces es hora de que el ingenio del profesor y de los alumnos florezcan para que, con materiales de desecho que jamás creímos poder utilizar sino para tirarlos a la basura, poder adaptar aquellos juegos de siempre u otros inventados y hacer de la Educación Física algo más que una asignatura dentro del curriculum, hacerla parte de la vida diaria del niño.
Si miramos a nuestro alrededor, hay una infinidad de materiales para reciclar y como no, para hacer juegos con ellos. Desde el papel hasta una herradura nos puede servir para jugar. No importa el material, sino lo que hagamos con él, el provecho que le saquemos.
Por ello, este libro puede ayudar tanto a docentes en prácticas como a futuros profesionales de la enseñanza. Si pensamos que en países subdesarrollados hay niños que fabrican sus juguetes con latas, cajas y palos, nos daremos cuenta de la doble utilidad de algunos materiales.
Hay que destacar, por supuesto la importancia de la función simbólica del niño, capaz de convertir un palo de escoba en un caballo, o un cubo o caja en un casco. Conseguir que el niño juegue con material alternativo como si fuera otra cosa, desarrolla en él la imaginación y la creatividad, dándole quizás más de un uso.
Las fichas que a continuación se presentan están divididas en juegos individuales y colectivos. Dentro de estos dos grupos encontraremos actividades con uno, dos, tres o más materiales. A su vez se especifica también el lugar aconsejado, así como una serie de objetivos a conseguir.
El juego es un pilar fundamental en la Educación Física, tanto para niños como adultos, y sirve de gran ayuda al profesor para conseguir los objetivos que se proponga. Pero, ¿qué ocurre cuando no disponemos del material específico? Bien porque el centro no disponga del medio o porque estemos fuera del mismo (en una excursión, por ejemplo) nos podemos encontrar esa situación, entonces es hora de que el ingenio del profesor y de los alumnos florezcan para que, con materiales de desecho que jamás creímos poder utilizar sino para tirarlos a la basura, poder adaptar aquellos juegos de siempre u otros inventados y hacer de la Educación Física algo más que una asignatura dentro del curriculum, hacerla parte de la vida diaria del niño.
Si miramos a nuestro alrededor, hay una infinidad de materiales para reciclar y como no, para hacer juegos con ellos. Desde el papel hasta una herradura nos puede servir para jugar. No importa el material, sino lo que hagamos con él, el provecho que le saquemos.
Por ello, este libro puede ayudar tanto a docentes en prácticas como a futuros profesionales de la enseñanza. Si pensamos que en países subdesarrollados hay niños que fabrican sus juguetes con latas, cajas y palos, nos daremos cuenta de la doble utilidad de algunos materiales.
Hay que destacar, por supuesto la importancia de la función simbólica del niño, capaz de convertir un palo de escoba en un caballo, o un cubo o caja en un casco. Conseguir que el niño juegue con material alternativo como si fuera otra cosa, desarrolla en él la imaginación y la creatividad, dándole quizás más de un uso.
Las fichas que a continuación se presentan están divididas en juegos individuales y colectivos. Dentro de estos dos grupos encontraremos actividades con uno, dos, tres o más materiales. A su vez se especifica también el lugar aconsejado, así como una serie de objetivos a conseguir.