En esta obra analizamos el uso mediático y oficial de la mentira a nivel mundial como arma mortífera para maquillar y justificar la desigualdad y la miseria: contar menos empobrecidos de los que existen para decir que la pobreza disminuye, el arte de eludir la culpa de este genocidio y esclavitud, elaborar mitos sobre el hambre para ocultar el expolio, como decir que la culpa es del problema demográfico, que faltan recursos, que el neocolonialismo económico no tiene la culpa, que la causa de la pobreza es que los empobrecidos no saben gobernarse y están siempre en guerra (donde tratamos también el comercio internacional de armas), o los problemas climatológicos y medioambientales. A propósito de la mentira, presentamos las evidencias de que estamos en una sociedad en la que, pese a lo que se diga oficialmente, no hay libertad de información ni democracia, sino que se camina hacia una sociedad controlada.
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