En idéntica línea que mis antologías "Relatos entre Sombras", "Relatos para la Hora Bruja" y "Relatos de Duermevela", esta nueva obra que os presento constituye el primer volumen de futuros -los cuales verán la luz en los próximos meses- donde ofrezco un trío de historias inquietantes y escalofriantes aunque, como denominador común, cuentan con elementos de humor macabro.
En esta ocasión, la tríada la conforman narraciones que responden a tres épocas y tanto su lenguaje como las tramas en sí intentan ser fieles a su contexto. De esta forma, la primera de ellas y titulada "Noche de brujas", está ambientada en el período decimonónico y rinde tributo a los cuentos de tintes góticos de Pío Baroja, llenos de supersticiones de las tierras del norte de España con sus trasgos y seres del inframundo aparecidos a lomos del plenilunio.
Por su parte, en la segunda y bajo el título de "Noche de vampiros", aparecen los elementos propios de los populares succionadores de sangre, sólo que en esta oportunidad rezuman cotidianidad y hasta gustos mundanos; además que la historia tiene concomitancias con las propias de los años ochenta del siglo pasado, donde la Norteamérica profunda era su escenario para supersticiones del viejo continente adaptadas a su placentera vida, aunque tal vez no tanto.
Finalmente, el tercer relato y aunque desarrollado en nuestros días -bajo el título de "Noche sangrienta"- podría ser uno más de aquellos que hacían las delicias del inefable Alfred "Hitchcock" y los cuales con gran maestría llevaba a la pequeña pantalla. Haciendo honor a ese hecho, no falta entre sus protagonistas fetiches una rubia de generosas medidas atribulada por una insana adicción que le hará sufrir no pocas dificultades.
Sin más os invito a soltar amarras de la realidad, abjurando de cuanto os rodee, y luego navegad con rumbo firme hacia las procelosas aguas de los sueños de medianoche.
En esta ocasión, la tríada la conforman narraciones que responden a tres épocas y tanto su lenguaje como las tramas en sí intentan ser fieles a su contexto. De esta forma, la primera de ellas y titulada "Noche de brujas", está ambientada en el período decimonónico y rinde tributo a los cuentos de tintes góticos de Pío Baroja, llenos de supersticiones de las tierras del norte de España con sus trasgos y seres del inframundo aparecidos a lomos del plenilunio.
Por su parte, en la segunda y bajo el título de "Noche de vampiros", aparecen los elementos propios de los populares succionadores de sangre, sólo que en esta oportunidad rezuman cotidianidad y hasta gustos mundanos; además que la historia tiene concomitancias con las propias de los años ochenta del siglo pasado, donde la Norteamérica profunda era su escenario para supersticiones del viejo continente adaptadas a su placentera vida, aunque tal vez no tanto.
Finalmente, el tercer relato y aunque desarrollado en nuestros días -bajo el título de "Noche sangrienta"- podría ser uno más de aquellos que hacían las delicias del inefable Alfred "Hitchcock" y los cuales con gran maestría llevaba a la pequeña pantalla. Haciendo honor a ese hecho, no falta entre sus protagonistas fetiches una rubia de generosas medidas atribulada por una insana adicción que le hará sufrir no pocas dificultades.
Sin más os invito a soltar amarras de la realidad, abjurando de cuanto os rodee, y luego navegad con rumbo firme hacia las procelosas aguas de los sueños de medianoche.