Siete de cada diez muertes en los países en vías de industrialización son provocadas por microbios y dos de cada tres niños en el mundo mueren de enfermedades infecciosas, de los cuales 2/3 partes de esos fallecimientos serían evitables. Los datos epidemiológicos indican que la mortalidad asociada a los efectos nefastos de los microbios es el resultado de serias complicaciones de las vías respiratorias en cerca de 3,5 millones de personas, de diarreas en 2,5 millones, de sobreinfecciones en personas con VIH no tratadas correctamente en 1,8 millones, de tuberculosis en 1,4 millones, de malaria en 1,2 millones y de complicaciones del sarampión en 1 millón.
Un individuo enfermo que transmite una enfermedad a otro sano provoca lo que se llama contagio, que puede ser además el resultado del contacto directo con sus fluidos biológicos o a través de un agente propagador intermediario (mosquito, ropa, aire, alimentos, agua, roedores, animales domésticos, objetos diversos, etc.).
Sin la pretensión de un libro de texto o de un manual de infectología, este libro presenta un enfoque con interrogantes y límites del conocimiento cientifico en la constelación conceptual del origen de los microbios, de sus capacidades para enfermar y de los efectos benéficos y necesarios para la vida humana.
Un individuo enfermo que transmite una enfermedad a otro sano provoca lo que se llama contagio, que puede ser además el resultado del contacto directo con sus fluidos biológicos o a través de un agente propagador intermediario (mosquito, ropa, aire, alimentos, agua, roedores, animales domésticos, objetos diversos, etc.).
Sin la pretensión de un libro de texto o de un manual de infectología, este libro presenta un enfoque con interrogantes y límites del conocimiento cientifico en la constelación conceptual del origen de los microbios, de sus capacidades para enfermar y de los efectos benéficos y necesarios para la vida humana.