De materia médica fue un texto de referencia durante toda la Edad Media (también en el mundo árabe y musulmán) y el Renacimiento; hoy sigue poseyendo un enorme interés por constituir un paradigma en la prosa y el léxico científicos.
Pedanio Dioscórides Anazarbeo (siglo I d.C.) nació en Anazarbus, Cilicia, Asia Menor (actual Turquía). Los escasos datos que poseemos de este médico, farmacólogo y botánico provienen de la carta que precede a su tratado como prefacio, en el que informa de que fue cirujano del ejército romano, lo que le permitió viajar y examinar personalmente la materia de sus estudios en muchos lugares del Imperio. En este prefacio, Dioscórides se muestra consciente de que su obra supera a la de sus predecesores por el cuidado y la diligencia que ha puesto en recoger la información, por su ilimitado deseo de hallar fármacos y por la organización del material (distribuido según la finalidad de los remedios: diuréticos, afrodisíacos, abortivos, estomacales, vomitivos, purgativos...). Entre las muchas sustancias y elementos que analizó con vistas a entender sus propiedades y efectos benéficos están el opio y la mandrágora, el mercurio y el arsénico.
Pedanio Dioscórides Anazarbeo (siglo I d.C.) nació en Anazarbus, Cilicia, Asia Menor (actual Turquía). Los escasos datos que poseemos de este médico, farmacólogo y botánico provienen de la carta que precede a su tratado como prefacio, en el que informa de que fue cirujano del ejército romano, lo que le permitió viajar y examinar personalmente la materia de sus estudios en muchos lugares del Imperio. En este prefacio, Dioscórides se muestra consciente de que su obra supera a la de sus predecesores por el cuidado y la diligencia que ha puesto en recoger la información, por su ilimitado deseo de hallar fármacos y por la organización del material (distribuido según la finalidad de los remedios: diuréticos, afrodisíacos, abortivos, estomacales, vomitivos, purgativos...). Entre las muchas sustancias y elementos que analizó con vistas a entender sus propiedades y efectos benéficos están el opio y la mandrágora, el mercurio y el arsénico.