El océano de Kahar es conocido por el impenetrable dosel de niebla que lo cubre. Es el lugar donde habitan las pesadillas. Un santuario de adoración para los ahogados que regresan a la vida y no sólo el hogar de los espectros marinos que lo surcan. La Niebla, en Kahar, es un ente vivo, es un ser que respira, que te atrapa en su interior y te impide salir indemne. Sí, la Niebla, la causante de la locura y de la paranoia. El origen de un miedo atávico que flota indolente sobre sus aguas, de un mal ancestral que no debe ser perturbado.
Kahar también es el camino que la expedición liderada por el mariscal Cráteros debe cruzar en busca de la isla donde se encuentran los Tres Soles.
Kahar es la Niebla. La niebla es la locura. La locura es la muerte.
Kahar también es el camino que la expedición liderada por el mariscal Cráteros debe cruzar en busca de la isla donde se encuentran los Tres Soles.
Kahar es la Niebla. La niebla es la locura. La locura es la muerte.